viernes, 15 de octubre de 2010

27 - Panaderías

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De la siembra de palabras sobre la Estación trataré de reflotar una mención sobre Don Antonio Proenza -mi suegro-, inmigrante portugués, hombre muy recto, trabajador, honesto y muy confiado en la venta de pan, fiando a libreta cuando el cliente tenía problemas de fondos. Cosechó así, claro, algunas cuentas incobrables, lo que no quebró su conducta de confiar en su clientela. Muy abierto a la comunidad colaborando como Directivo del Club Sportivo y la Cooperadora de la Escuela Nº 2.

En su Panadería conocí como maestro de "pala" a Juan Acuña, -ahora con hotel en Arenales- que se casó con Rosa Bellome y vivía en la casa donde estaba la Peluquería de Martín Barrocal, lugar donde yo era aprendiz de peluquero.

También trabajaban el Chocho Brignoli, Lorenzo Barrocal que repartía la mercadería en el campo, más tarde ese reparto lo hizo mi cuñado Osmar en una "jardinera" y el hermano Gerónimo alias "El Pibe" repartía en el pueblo de Arenales en una jardinera techada, en esa tarea rutinaria de todos los días subiendo y bajando del estribo del transporte, casa a casa, con la canasta cubierta de pan, galleta y facturas con una sonrisa y siempre con un trato amable con los clientes.

María Deloste de Proenza
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Excepto Doña María, toda la familia trabajó en la panadería. Los varones diariamente en la "cuadra", en la amasadora, luego estirando la masa en la soladora, la mesa donde se corta el pan, colocándolos en tablones, los llevaban luegoa pieza a descansar la masa que más tarde pasaba al horno y de allí era volcada en los canastos, a "puerta de horno", hacia sus distintos destinos, reparto al campo, a la ciudad y atención del mostrador. En esta útlima tarea estaba la "Piba","Chichí", "Nelba" y "Nenucha", quienes se turnaban en la atención.

Así era la Panadería de Don Antonio, el encargado de fabricar en el pueblo lo primero que se pone a la mesa a la hora de alimentarse, el pan; quien generosamente solía dar "la yapa", una torta negra a los clientes.

De chico con el pan yo tenía una contradicción ya que de casa me mandaban a buscar el pan "fresco" y en la panadería me lo daban "calentito", creyendo yo que por fresco debía estar frío!



Antonio Proenza y María Deloste de Proenza
Foto de casamiento
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PANADERÍA MUTUVERRÍA


También hubo otra panadería en la Estación, fue de Mutuverría hermanos, que un ciclón o tornado la derrumbó en 1912. Luego estos hermanos fueron a instalar un Almacén y Despacho de Bebidas en el paso a nivel del camino a Gral. Arenales.
Esos cascos que yo traté cuando eran de edad avanzada tenían el negocio de gran mercadería y entre los estantes se exhibía yerba, azúcar, arroz, etc. Colgando de los tirantes del techo se podían ver monturas, palas, baldes, sogas, alambres que representaban un pequeño "Ramos Generales".

En el despacho de bebidas se reunían colonos de paso al pueblo de Arenales, que en su negocio se daban largas conversaciones donde el tema central era el tiempo y las cosechas, recostados junto al mostrador de estaño, donde se alineaban las copas.
Recuerdo a Don José detrás del mostrador, de paso lento, conversador, cabello y bigotes blancos, siempre una anécdota y una sonrisa y a Don Miguel, de baja estatura, de lento desplazamiento, cargado de kilos en su cuerpo grueso, él era el encargado de las compras.
Como anécdota un día salió a buscar mercadería a la Estación de Ferrocarril La Pinta, a 15 Kms aproximadamente, en su charret con dos caballos percherones de tiro y en un cajoncillo llevaba queso, lata de sardinas, fiambre, pan, cerveza, toda una vianda para el viaje. De regreso a la tarde llegó crgado el charret con bolsas de azúcar, harina, sal, cajón de fideos, cilindro de yerba, bordales de vino y mercaderías varias y... el cajoncito vacío, se había comido todo, qué tal?

Don Ambrosio era el que trabajaba unas cuatro hectáreas de tierra donde pastoreaban la vaca lechera y los caballos y sembraba el maíz para las aves y los cerdos, atendía la quinta de las verduras, era de físico delgado y me solía contar de su estadía en Cuba, cuando siendo muy joven lo envió España que ocupaba la isla.

En los quehaceres de la casa, la cocina y las aves, Doña Josefa, una vasca hecha toda bondad, apoyada por Francisca "Panchita", una dulzura de muchacha, de un trato amabilísimo, y el hijo, José "Gordo", muchacho tímido, bonachón, que arreglaba las radios alimentadas con acumuladores y atendía simultáneamente su trabajo y el negocio; era muy inteligente y por su entusiasmo con el fútbol fundó en 1937 el Club Jorge Newbery en la cancha frente al negocio.
En ese predio se armaba una carpa de arpìllera y se organizaban bailes populares, lo que duró unos cinco años. El "Gordo" era de contextura física fuerte, pero periódicamente sufría fuertes ataques de epilepcia, lo que fue minando su físico. Quedó al frente del negocio en sociedad con su cuñado Andrés Aguinalde, esposo de "Panchita", cuando murieron sus mayores.

Como anécdota, en el año 1971, el día 9 de diciembre se incendió el negocio y la casa de familia, quemándose totalmente. Para combatirlo, sin herramientas adecuadas, sólo con baldes, trabajaron los vecinos y gente que se trasladó de General Arenales. De esa lucha infructuosa con el fuego salió la inquietud de contar con un Cuerpo de Bomberos Voluntarios, lo que se cristalizó en el actual cuerpo que vino a llenar una gran necesidad para la zona y que desde su creación participó en innumerables siniestros.

En lo que respecta al negocio y casa de familia, se volvió a poner en marcha con la solidaridad de los clientes, amigos y casas mayoristas y funcionó hasta la muerte de todos ellos, terminó en lo que es actualmente, una tapera abandonada.

Valgan estas líneas como homenaje a una familia que supo vivir en la Estación Arenales y siguió siempore, separada de ella por poca distancia. Esta familia de noble raza vasca, tan prodigiosa en afecto, de una franquiza, solidaridad y honestidad sin reserva y que desgraciadamente no dejó heredero directo alguno en la posta de la vida. Con esta mención va mi humilde y emotivo homenaje en nombre de la Estación.

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5 comentarios:

ALMA dijo...

Hola Lulo!!! que familiares me resultan tus post.
Yo habitualmente viajo muy cerca de la zona que mencionas, y conozco perfectamente a Gerenal Arenales, es mas, lei todo con avidez no vaya a ser cosa que aparezca un conocido

Me encantó el blog y seguramente andaré por aquí muy seguido si es que Telecom lo permite

Un abrazo

Ahhhh!!!!! me olvidé de decir que llegue a traves de Lirium

Rodolfo Álvarez Ríos (Lulo) dijo...

Muchísimas gracias Alma por dejar tu huella aquí.
Seguramente encontrarás cosas y quizás hasta gente conocida.
Un abrazo.
Lilia.

Departamentos Buenos Aires dijo...

Muy buenooo!!!!!!

bianchi luis dijo...

yo soy hijo de luis bianchi y se que mi padre vivio en la estacion arenales en esa epoca hasta se que jugo para estacion arenales en mi casa hay una medalla del club y fotos con barrocal yo quisiera saber en que parte de la estacion vivia

Rodolfo Álvarez Ríos (Lulo) dijo...

LUIS BIANCHI:
Soy la hija de Lulo, mi nombre es Lilia, hace mucho tiempo que no entraba al blog por eso no vi este comentario.
Mi papá en su segundo libro habla de las familias que vivieron en la estación, y ha hecho algunos croquis con los lugares donde vivían, tendría que buscar a ver si encuentro ese dato.
También hace referencia al club Sportivo, incluso en mi casa de Junín hay copas y medallas. El año pasado habló con las autoridades de General Arenales porque estaban por hacer un museo y entonces llevarían esos objetos allí.
Respecto a Barrocal él sigue teniendo contacto con su señora y familia. Martín fue muy querido por mi papá.
Si me puede escribir por privado a mi mail se lo agradezco: de.lirium.soy@gmail.com
Ojalá que lea este comentario y me disculpo por haber tardado tanto en responder. Tengo la intención de continuar con este blog ya que en sus libros hay mucho material para publicar.
Hoy justamente entré nuevamente para publicar que hace 75 años es peluquero y continúa trabajando :)
Un abrazo