Visitando mis pagos
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Al exponer estos pasajes de la vida de la Estación Arenales no pretendo hacer una historia de la misma, sino ir recordando pasajes de los que fui testigo desde mi nacimiento -que ocurrió el 10 de agosto de 1925- en la casa que actualmente ocupa O. Bustamante y su hermana; con este dato sólo pretendo certificar que soy hijo legítimo de la Estación.
Y como les decía, es tan limitada mi formación de estudio con mi 6º grado que mal tendría el propósito de ser autor de una Historia; esto es algo que se me ocurrió hace tiempo, y como se dice que quien plantó un árbol, tuvo un hijo y escribió un libro ha cumplido su ciclo en la vida, debo decir que planté varios árboles y el que más recuerdo es una planta de ceibo -Flor Nacional en el patio de Doña María Couso-, tengo dos hijos -Lily y Rody- y con estos escritos pretendo cerrar el ciclo exigido en el capítulo de mi vida.
Ceibo - Flor NacionalDebo agregar que todo esto está contado sin orden cronológico dentrando en la selva impenetrable del olvido, revolviendo los escombros de la memoria y en ese metier trataré de hablar de lo agradable, lo real y lo desagradable y callar lo que ofende.
Asumo que con imperfeccioines, con errores no buscados y hasta que sea leido con poca simpatía, lo hago con honestidad, con análisis de conciencia y sana intención de no molestar y sí homenajear principalmente a los que no viven y si dejaron descendientes de ello con todo respeto y humildad, espero comprensión.
3 comentarios:
Creo que escribir un libro, en este caso dos, sobre lo que amamos, tiene un valor inmenso. Y la formación no es la medida de lo que uno es o conoce.
Yo también planté un árbol de ceibo!!
Saludos.
MARINA: Está armando su tercer libro, es que el material es mucho.
Linda coincidencia la de plantar un ceibo.
Saludos
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